Servimos comidas todo el día
El emblemático Lucense es una histórica casa de comidas en Valladolid desde 1943. Un bar para los que quieren pinchar o comer rico, sin aspavientos pero con calidad. Una cafetería donde desayunar un brunch de quitarse el sombrero. Un restaurante donde liarse con un vermú de raciones, calzarse un menú del día, un menú de fin de semana o en grupo o comer a la carta como un rey. Donde dar buena cuenta de una cena de picoteo… Y si la tarde o la noche se alargan, un local donde merendar tarta o tiramisú y tomar cocktails y batidos.
Y ahora, además, cuenta en su cocina con otro mito de la hostelería de Valladolid: acogemos a Doña Pendeja en Lucense. El clásico local de Rufina Pereda se traslada con toda su carta, sus ya famosos menú de fin de semana, menú para grupos y menú del día en Valladolid y su cocido de los martes de invierno al emblemático Lucense.
Del albor al ocaso, tenemos la cocina abierta todo el día. Si quieres comer o cenar en Valladolid a cualquier hora, en el Lucense tienes nuestra nutrida carta y un menú del día a un precio realmente asequible. Y además puedes disfrutarlos en nuestra nueva terraza reformada.
Suculentos aperitivos y refrigerios del albor al ocaso
Carta
La cocina de Doña Pendeja
en Lucense
Seguimos teniendo el montadito piripi, la berenjena frita con miel, las gambas, las bravas de Doña Pendeja, los calamares y la oreja brava del Lucense… Lo mejor de cada casa.
DESAYUNOS & BRUNCH
Disfruta del desayuno en Lucense, todos los días hasta las 12:30. Cupcake de carrot cake, bowl de fruta, pincho de tortilla o tarta de queso, bagel o tosta de jamon iberico y tomate o tosta de mantequilla y mermelada. ¡Tú eliges! Incluye café o infusión Illy y zumito de naranja natural.
Y hasta las 13:00 tienes EL BRUNCH DEL LUCENSE. Nuestra bandeja ideal para empezar el día. Por 14,50€ tienes:
- · Café o infusión y mimosa.
- Cupcake de carrot cake.
- Bowl de fruta.
- Pincho de tortilla o tarta de queso.
- Bagel o tosta de jamon iberico y tomate o tosta de mantequilla y mermelada.
Historia
El bar Lucense era faro y frontera. Faro para mostrar al peatón la senda de espectáculos como toros o fútbol; frontera de niebla que olía a tabaco, a buen veguero dominical de la tarde de partido”. Así describían María José Velloso Mata y Luis Posadas Lubeiro, en su libro Las fotos del desván, Valladolid en blanco y negro, el antiguo Bar Lucense, que de 1943 a 1996 sirvió porrones de clarete, tapas y raciones a los vallisoletanos. En el mismo lugar donde estuviera aquel bar – hostal – restaurante que dio cobijo a todo tipo de personalidades, artistas y toreros en las tardes de domingo, de fútbol y toros, se sitúa ahora este bar restaurante.
Y en la cocina, la carta y el menú de Doña Pendeja. La historia de Rufina Pereda y la visita en 1955 a su casa de comidas del presidente mexicano Adolfo Cortines, de quién recibió su apodo como Doña Pendeja, son ya historia de la gastronomía pucelana. Rufina se ganó el respeto tanto de altos mandatarios internacionales como de los vecinos de Valladolid al manejar por igual los productos delicatesen y la cocina castiza de toda la vida, sirviendo a todos ostras y croquetas, lentejas y foie, solomillo y salsa Périgueux… Convirtiendo desde entonces su restaurante en el Paseo Zorrilla en un lugar de peregrinaje para todos los amantes de la buena mesa, allí de donde vinieran.